Filósofo
racionalista. Publica su libro Discurso
del Método el año 1637. Descartes quiso emplear el método matemático
también en la reflexión filosófica. Quiso emplear la misma herramienta que
cuando trabajamos con números, es decir, la
razón. Como Sócrates, Platón o San Agustín, estaba convencido de que sólo
nuestra razón puede proporcionarnos conocimientos seguros. Eran filósofos racionalistas. La razón es la única
fuente segura de conocimiento.
Descartes fundó la
filosofía de los tiempos modernos. Recogió las ideas de su época en un sistema
filosófico consistente. Luego le siguieron Spinoza y Leibniz, Locke y Berkeley,
Hume y Kant…
A Descartes le
interesaba en primer lugar averiguar lo que podemos saber, es decir, aclarar la
cuestión de la “certeza de nuestro conocimiento”. Y también le preocupó la
“relación entre el alma y el cuerpo”.
En lo que se
refiere al problema de conseguir conocimientos indudables, muchos expresaron un
escepticismo filosófico total.
Descartes no se resignó a eso, igual que Sócrates no se resignó al escepticismo
de los sofistas.
Descartes vio que
la nueva ciencia había creado un método que proporcionaba una descripción totalmente
segura y exacta de los procesos de la naturaleza. Cada vez más se defendía una
interpretación mecánica de la naturaleza. Descartes se preguntó si podría haber
un método seguro y exacto para la reflexión filosófica. Para Aristóteles el
alma es el “principio de la vida” de cualquier organismo, como las plantas, los
animales. Hasta el siglo XVII no se introdujo una separación radical entre
“alma” y “cuerpo”. Pero el alma del hombre no podía formar parte de esa
“maquinaria corporal”, aunque algo “espiritual” puede poner en marcha un
proceso mecánico. Pensar en algo triste me hace brotar lágrimas. Tiene que
haber una misteriosa relación entre el cuerpo y la conciencia. Anteriormente, Platón
no pudo responder a la pregunta de cómo el cuerpo afecta al alma, o cómo el
alma afecta al cuerpo.
Descartes empezó
por afirmar que como punto de partida se debe dudar de todo, excepto de que
duda y si duda, está pensando, y si está pensando, es que es un ser que piensa,
luego existe: “Pienso, luego existo”.
Sobre la existencia
de Dios argumenta enseguida: “la idea de un ser perfecto no puede venir de algo
que es imperfecto, por lo que tiene que proceder de ese mismo ser perfecto”.
Y como conclusión dice
que además existe una realidad exterior, distinta a la realidad del
pensamiento. Así que constata que hay dos formas distintas de realidad o dos
sustancias. Una sustancia es el
pensamiento o “alma”, la otra es la
extensión o “materia”. Según Descartes, las dos sustancias provienen de
Dios. Descartes es un dualista, es decir,
que realiza una clara bipartición entre la realidad espiritual y la realidad
extensa. Sólo el ser humano tiene alma. Los animales pertenecen plenamente a la
realidad extensa.
Aristóteles y San
Agustín ya habían dicho algo parecido. Ellos opinaban que el hombre tiene un
cuerpo exactamente como los animales, pero también tiene un alma como los
ángeles. Según Descartes, el cuerpo humano es una pieza de mecánica. Pero el
hombre tiene también un alma que puede actuar completamente libre en relación
con el cuerpo. El alma está relacionada con el cuerpo mediante un órgano
cerebral especial que él llamaba “glándula pineal”, en la que se está
realizando una continua alternancia entre “espíritu” y “materia”.
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